No hay mucho que hablar de esta sencilla esponja: Sirve para cubrir micrófonos con el cabezal esférico. Sus funciones son simples, pero a la vez las cumple bien. Por un lado, sirve para no cubrir nuestro micrófono de las babas que nos salen al cantar, y por otro lado, para cuando estamos en un concierto en un bar, por ejemplo, y de tantas cosas que hay enchufadas, mientras tocas tu guitarra y cantas, si pegas la boca al micrófono, te da calambre, con lo que esta espuma te protege de tocar el metal del micrófono. A parte, lo estiliza, dándole un toque como de "micrófono de entrevistador de TV".