Lo primero que se llama la atención al recibirla es que no es negra como indica su denominación, sino mas bien, de un verde bastante oscuro que, para mi gusto, es mucho más de mi agrado que si fuese negra y con lo bonita que es y su perfecto acabado sin defectos en absoluto, no hay nada que reprochar.
Todos los componentes dan la sensación de ser de la más alta calidad.
Ligera, no es, pero su peso tampoco llega a ser un problema. El mástil es fino, agradable y rápido de tocar. La inserción en el cuerpo es suave y facilita el acceso a los últimos trastes.
Al seleccinar la pastilla del mastil, con el Sutainiac desactivado, ésta funciona como bobina simple, y de esa forma obtenemos tonos muy limpios.
Pero al seleccionar la humbuker de puente, el sonido se vuelve realmente potente, ideal para metal.
El Sustainiac requiere algo de práctica, sobre todo si ajustas el potenciómetro en la configuración de armónicos más agresiva, pero te permite hacer cosas muy interesantes y te da mucha diversión.
Si utilizas con la configuración menos agresiva, simplemente, mantiene la nota indefinidamente (nada más y nada menos).
Al conectar el Sustaniac, la pastilla del mástil se desactiva, independientemente de cómo tengamos el selector y solo funciona la EMG
El puente Floyd Rose funciona perfectamente y la afinación se mantiene durante mucho tiempo.
Lleva dos pilas de 9V que duran bastante tiempo. (difícil de precisar, pero yo creo que al menos un mes, tocando 3 - 4 horas diarias, puede que más)
En mi opinión es una guitarra sobresaliente en todos los aspectos que vale lo que cuesta.