He comprado este metrónomo de aire clásico, no por sus prestaciones, ya que cualquiera digital puede tener más, si no para usarlo con el piano que tiene un acabado de madera parecido.
Puesto en uso, el mecanismo parece robusto y el clac es muy sonoro y claro. Me interesaba con la campana que marca el compás y por eso he elegido este modelo en concreto.
El mueble también está bien, aunque la madera no es muy gruesa y está bien acabado. El click de cierre funciona correctamente. Habrá que ver cómo va con el paso del tiempo.
El precio sería más contenido si estuviese fabricado en China, pero casi lo prefiero así, made in Germany, según marca la etiqueta.
Lo dicho, no es un producto barato, pero cumple su función y luce bien junto a los instrumentos. El manual viene también traducido a castellano.