Necesitábamos una pareja de martillos de buena calidad.
Decidimos confiar en una marca de renombre, Grover tiene muy buena reputación como marca de instrumentos de percusión y accesorios. Este modelo en particular es sencillo en su construcción: un cilindro de PVC muy duro con un mango de madera en el centro entre las dos caras circulares, y en una de ellas una superficie un poco más blanda para tener dos durezas a la hora de tocar. Como digo, simple, pero efectivo. El sonido que producen, tanto una como otra, es bueno y tiene un ataque bien definido. No son unos martillos muy pesados, por lo que podrán ser manejados por cualquiera de los percusionistas, desde los más jóvenes, a los más veteranos.
En conclusión, una compra recomendable si tienes un juego de campanas tubulares, y no tienes unos martillos para tocarlas