Puede que sea menos compatible con la mayoría de los DAW, y puede que no tenga pads, pero después de MUCHA investigación, decidí que este era el mejor controlador midi para mí.
Primero, las teclas. Las 7 teclas extra, a diferencia de las 25 en otros controladores pequeños. Puede que no parezca mucho, pero en la práctica realmente lo es. Ahora siento que puedo volver a tocar acordes completos. Además, el ancho de las teclas es bastante mayor que en otros controladores pequeños, por lo que se siente más natural y cómodo. Lo mismo ocurre con la acción de las teclas. Me parece que el mecanismo tiene más calidad que, digamos, los controladores Akai e incluso Arturia.
En segundo lugar, la calidad física. Aunque es todo de plástico, se ve y se siente como un producto de calidad. El diseño es limpio y elegante. Está muy bien hecho. Definitivamente parece menos un juguete y más hardware profesional. Además, tiene un peso lo suficientemente bueno como para sentirse seguro sobre el escritorio pero sin dejar de ser portátil.
Otras ventajas misceláneas: los codificadores sinfín que tiene son de gran calidad; las tiras táctiles para modulación y tono se sienten muy naturales; los controles, cuando los tienes mapeados, son muy prácticos; lo mismo para la pequeña pantalla de OLED cuando logras que muestre la información de lo que hace cada codificador; viene con una gran cantidad de software y complementos para que puedas comenzar a utilizarlo de inmediato: mi favorito a sido el plugin de Grand Piano, pues es difícil (y costoso) conseguir un buen sonido de piano, pero aquí te viene ya incluido uno muy bueno.
Lo más genial tal vez es que simplemente se ve muy elegante, moderno y genial, como si estuviera listo para un poco de jazz!