El Wild Crash de 19 de la serie Rude es una bestia. No se puede definir con mejores palabras que esa: posee un sonido impresionante con muchísimo volumen, pero al mismo tiempo da respuesta con una sensibilidad muy alta, siendo posible hacerlo sonar muy bien con golpes de baqueta muy sutiles.
Lo que más me ha gustado en términos generales es su versatilidad: si bien es un plato diseñado y fabricado con el fin de obtener un volumen muy superior a otros similares, golpeándolo de diferentes formas, con diferentes técnicas y múltiples matices se pueden obtener sonidos increíblemente diferentes para un plato de estas características. Personalmente, lo uso principalmente para estilos duros como el metal, pero he experimentado en diferentes usos y, para cualquiera que busque un sonido gordo y poderoso, este es su plato.
Pros:
- Muy buen tamaño para un plato crash principal, e incluso para patrones estilo crash-ride en caso de tener preferencia con otro principal diferente.
- Diseño precioso e impecable.
- Durabilidad y dureza de un tope de gama.
- Versatilidad y capacidad de respuesta en diferentes matices.
- Campana bastante grande con un sonido cortante que ilumina los patrones tocados.
Contras:
- Se trata de un plato muy pesado, literal y metafóricamente, por lo que no es la mejor opción para baterías que busquen un plato para estilos más relajados.
- Necesita de un soporte bueno para mantenerse estable.